Salmo 128:1

1 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová. En el Salmo anterior se afirmó que la prosperidad en todos los asuntos humanos, y en todo el curso de nuestra vida, debe esperarse exclusivamente de la gracia de Dios; y ahora el Profeta nos advierte que aquellos que desean participar de la bendición de... [ Seguir leyendo ]

Salmo 128:2

2. Porque cuando comas el trabajo de tus manos serás bendecido. Algunos dividen esta oración en dos miembros, que leen estas palabras, porque comerás el trabajo de tus manos, como una oración distinta, y luego, lo que sigue, serás bendecido, como el comienzo de una nueva oración. De hecho, reconozc... [ Seguir leyendo ]

Salmo 128:3

3 Tu esposa será como una vid fructífera a los lados de tu casa. Aquí nuevamente se promete, como en el Salmo anterior, que Dios hará que aquellos que lo honran sean fructíferos en una numerosa descendencia. La mayoría de la humanidad desea tener problemas, y se puede decir que este deseo está impl... [ Seguir leyendo ]

Salmo 128:4

4. ¡Lo! seguramente, así bendecido será el hombre que teme a Jehová. El Profeta confirma aquí la doctrina anterior, que incluso en la condición externa de los siervos de Dios, mientras se encuentra en este estado transitorio, se proporciona tal evidencia del favor divino y la bondad que demuestra q... [ Seguir leyendo ]

Salmo 128:5

5. Jehová te bendecirá desde Sión. Algunos, tendrían esta oración como una oración, y por lo tanto resuelven el tiempo futuro en el estado de ánimo optativo. Pero parece ser más bien una declaración continua de la misma doctrina en la que se había centrado anteriormente, y el Profeta ahora expresa... [ Seguir leyendo ]

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