4. ¡Lo! seguramente, así bendecido será el hombre que teme a Jehová. El Profeta confirma aquí la doctrina anterior, que incluso en la condición externa de los siervos de Dios, mientras se encuentra en este estado transitorio, se proporciona tal evidencia del favor divino y la bondad que demuestra que no perdemos nuestro trabajo en servirle. Sin embargo, como la recompensa de la piedad no parece eminentemente visible, él, en primer lugar, usa la partícula demostrativa, ¡Lo! (107) y luego agrega seguramente; porque así interpreto la partícula כי, ki. Sin embargo, siempre debemos recordar, como lo he notado anteriormente, que la bendición divina se nos promete en la tierra de tal manera que no pueda absorber nuestros pensamientos y mantenerlos arrastrándose en el polvo; porque no se cumple que nuestra esperanza de la vida venidera debe ser sofocada. Esta es la razón por la cual no siempre disfrutamos los beneficios de Dios por igual.

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