11. ¡Por tu nombre, oh Jehová! etc. Con esta expresión, deja aún más claro que fue completamente por la misericordia de Dios que él buscó la liberación; porque, si hubiera presentado algo propio, la causa no habría estado en Dios, y solo en Dios. Se dice que nos ayuda por el bien de su propio nombre, cuando, aunque no descubre nada en nosotros para conciliar su favor, se le induce a interponer su mera bondad. En el mismo efecto es el término justicia; Dios, como he dicho en otra parte, ha hecho de la liberación de su pueblo un medio para ilustrar su justicia. Al mismo tiempo, repite lo que había dicho sobre el alcance extraordinario de sus aflicciones: al tratar de ser vivificado o revivido, se declara exanimado y debe permanecer bajo el poder de la muerte, si Dios Tiene los problemas de la vida no lo recuperó por una especie de resurrección.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad