6. Y él dará a luz tu justicia como la luz Este David dice, para anticipar las dudas que a menudo nos preocupan cuando parecemos perder nuestro trabajo en sirviendo fielmente a Dios y tratando con rectitud con nuestros vecinos; no, cuando nuestra integridad está expuesta a las calumnias de los impíos, o es la ocasión de que los hombres nos lastimen; porque entonces se piensa que no tiene importancia a la vista de Dios. Por lo tanto, David declara que Dios no sufrirá que nuestra justicia esté siempre escondida en la oscuridad, sino que la mantendrá y la sacará a la luz; a saber, cuando nos otorgará la recompensa que deseamos. Alude a la oscuridad de la noche, que pronto se disipa al amanecer del día; como si hubiera dicho: a menudo podemos estar gravemente oprimidos, y Dios puede parecer que no aprueba nuestra inocencia, sin embargo, esta vicisitud no debería perturbar más nuestras mentes que la oscuridad de la noche que cubre la tierra; pues la expectativa de la luz del día sustenta nuestra esperanza.

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