3. Ciñe tu espada sobre tu muslo. Aquí también se elogia a Salomón por su valor bélico, que infunde terror en] sus enemigos, así como por sus virtudes que le otorgan autoridad entre sus súbditos y le aseguran su reverencia. Por un lado, ningún rey podrá preservar y defender a sus súbditos, a menos que sea formidable para sus enemigos; y, por otro lado, tendrá poco propósito hacer una guerra audaz contra reinos extranjeros, si el estado interno de su propio reino no está establecido y regulado en rectitud y justicia. En consecuencia, el escritor inspirado dice que la espada con la que se ceñirá será, en primer lugar, una muestra de destreza bélica para repeler y derrotar a sus enemigos; y, en segundo lugar, también de autoridad, para que no se lo tenga en desprecio entre sus propios súbditos. Añade, al mismo tiempo, que la gloria que obtendrá no será una cosa meramente transitoria, como la pompa y la vana gloria de los reyes, que pronto decaerán, pero tendrán una duración duradera y aumentarán considerablemente.

Luego viene a hablar de las virtudes que más florecen en un tiempo de paz, y que, por una similitud apropiada, demuestra ser el verdadero medio para agregar fuerza y ​​prosperidad a un reino. A primera vista, de hecho, parece ser un modo de expresión extraño y poco elegante, hablar de cabalgar sobre la verdad, la mansedumbre y la rectitud (versículo 4), pero, como he dicho, él compara muy adecuadamente estas virtudes con los carros. , en el que el rey es llevado notablemente en alto con gran majestad. A estas virtudes se opone no solo a la vana pompa y desfile en los que orgullosamente se jactan los reyes terrenales; sino también a los vicios y corrupciones por los cuales se esfuerzan más comúnmente por adquirir autoridad y renombre. El propio Salomón

"La misericordia y la verdad preservan al rey; y su trono está elevado por la misericordia. ”- Proverbios 20:28

Pero, por el contrario, cuando los reyes mundanos desean ampliar sus dominios y aumentar su poder, ambición, orgullo, ferocidad, crueldad, exacciones, rapiña y violencia, son los caballos y los carros que emplean para lograr sus fines; y, por lo tanto, no es de extrañar si Dios a menudo los arroje, cuando así esté eufórico con orgullo y vana gloria, de sus tronos tambaleantes y decaídos. Para los reyes, entonces, cultivar la fidelidad y la justicia, y moderar su gobierno con misericordia y bondad, es el fundamento verdadero y sólido de los reinos. La última cláusula del verso insinúa que todo lo que emprenda Salomón prosperará, siempre que combine con coraje bélico las cualidades de la justicia y la misericordia. Los reyes que se llevan de cabeza con un impulso ciego y violento, pueden por un tiempo esparcir terror y consternación a su alrededor; pero pronto caen por la fuerza de sus propios esfuerzos. La moderación debida, por lo tanto, y el autocontrol uniforme, son los mejores medios para hacer que las manos de los valientes sean temidas y temidas.

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