13 Enseñaré a los transgresores tus caminos Aquí él habla de la gratitud que sentiría si Dios respondiera a su oración, y se compromete a mostrarla esforzándose en realizar el conversión de otros por su ejemplo. Aquellos que se han recuperado misericordiosamente de sus caídas se sentirán inflamados por la ley común de caridad para extender una mano amiga a sus hermanos; y, en general, quienes participan de la gracia de Dios están obligados por principios religiosos y por el respeto a la gloria divina, a desear que otros participen en ella. La manera optimista en que expresa su expectativa de convertir a otros no es indigna de nuestra atención. Somos demasiado aptos para concluir que nuestros intentos de reclamar a los impíos son vanos e ineficaces, y olvidamos que Dios puede coronarlos con éxito.

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