7. Después de su travesura, piensan escapar. El comienzo de este verso es leído por algunos interrogativamente, ¿escaparán en su iniquidad? (333) Pero no hay necesidad de recurrir a este significado distante. Es mucho mejor entender las palabras en el sentido que sugieren naturalmente cuando se leen por primera vez, que los malvados piensan escapar en su iniquidad, pero que Dios los rechazará. Alude al hecho de que los impíos, cuando se les permite proceder sin interrupción en sus cursos malvados, se complacen con la idea de que tienen una licencia para perpetrar la peor maldad con impunidad. En estos tiempos, vemos muchos personajes tan profanos, que muestran una audacia no medida bajo la seguridad de que la mano de Dios nunca podrá alcanzarlos. No solo buscan quedar impunes, sino que encuentran sus esperanzas de éxito en sus actos malvados, y se animan a alejarse de la maldad, al abrigar la opinión de que idearán una forma de escapar de toda adversidad. Apenas David ha declarado esta vana y segura convicción de los impíos, la refuta apelando al juicio de Dios, declarando su convicción de que, aunque orgullosamente puedan exaltarse a sí mismos, llegaría la hora de la venganza cuando Dios derribara al pueblos Él usa el número plural, para fortalecer su mente contra el miedo, cuando reflexiona sobre la matriz de sus enemigos. Recordemos, cuando nuestros enemigos son muchos, que es una de las prerrogativas de Dios derribar al pueblo, y no a una sola nación de enemigos, sino al mundo.

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