4. Les dije a los tontos: no actúen tontamente. (255) Después de haber puesto el oficio de Dios en su opinión y en la vista de los fieles, ahora triunfa sobre todos los impíos, a quienes él La impugnación de la locura y la ira ciega, el efecto de su desprecio por Dios, lo que los lleva a caer en el exceso de orgullo y auto-glorificación. Esta jactancia sagrada a la que él pronuncia en voz alta depende del juicio, que en nombre de Dios denunció que estaba cerca; porque cuando el pueblo de Dios espera que él venga a ejecutar el juicio, y se convence de que no demorará mucho su venida, ellos se glorían incluso en medio de sus opresiones. La locura de los impíos puede hervir e hincharse de ira, y derramar inundaciones para abrumarlos; pero es suficiente para ellos saber que su vida está protegida por el poder de Dios, quien con la mayor facilidad puede humillar todo orgullo y restringir los intentos más atrevidos y presuntuosos. Los fieles aquí se burlan y desprecian cualquier trama perversa y conspiran para ejecutar, y les piden que desistan de su locura; y al pedirles que hagan esto, insinúan que están haciendo todo este revuelo y conmoción en vano, pareciéndose a locos, que se sienten atraídos de un lado a otro por su propia imaginación perturbada. Debe observarse que el salmista representa el orgullo como la causa o la madre de todas las empresas imprudentes y audaces. La razón por la cual los hombres se apresuran con tanta imprudencia ante proyectos ilegales es que cegados por el orgullo, forman una estimación indebida y exagerada de su propio poder. Al tratarse de una enfermedad que no se puede erradicar fácilmente de los corazones de los hombres, se repite una y otra vez la advertencia. Luego se les ordena que no hablen con el cuello gordo o rígido; con lo cual se quiere decir que no deben hablar con dureza e injuria; (257) porque es habitual que las personas orgullosas levanten el cuello y levanten la cabeza cuando emiten sus amenazas. Otros traducen las palabras, no hables rígidamente con el cuello; pero la otra traducción es la más correcta.

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