ἀναστὰς ὁ ἀρ.: el sumo sacerdote se levantó no porque sintiera que la evidencia solo conducía a ser muy seria, sino irritado porque las declaraciones más dañinas no equivalían a nada más serio. Un hombre no podía ser condenado a muerte por una palabra jactanciosa (Grotius). οὐδὲν ἀποκρίνῃ … καταμαρτυροῦσιν: una pregunta como en Vulg [143]: “nihil responde ad ea quae isti adversum te testificantur?” o dos como en A.

V [144] y R. V [145], así también Weizsäcker: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? Es un intento de un hombre desconcertado de atraer a Jesús a explicaciones sobre el dicho que lo hará más dañino como evidencia en su contra. ¿Qué hay de esta pretenciosa palabra tuya; ¿Es cierto que lo dijiste y qué significa?

[143] Vulgata (revisión de Jerónimo de la antigua versión latina).

[144] Versión Autorizada.

[145] Versión revisada.

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Antiguo Testamento