Como la tercera trompeta ( Apocalipsis 8:11 ), esta copa afecta el agua dulce. Su resultado es similar al de la primera plaga contra Egipto, excepto que podían excavar en busca de agua dulce, y esto se extiende también al suministro subterráneo. ( Éxodo 7:17-25 ) El ángel de las aguas puede ser el que Dios ha puesto para vigilar las aguas o el que derramó el cuenco.

El Señor es declarado, por ese ángel, que ha sido justo al convertir las aguas en sangre porque éstos habían estado sedientos de sangre al matar a los santos y profetas. El Señor se identifica como el que es y era sin decir que ha de venir. Esto puede deberse a que esta es una imagen de su venida.

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Antiguo Testamento