Génesis 45:1-24

1 José ya no podía contenerse más delante de todos los que estaban en su presencia, y gritó: — ¡Que salgan todos de mi presencia! Nadie quedó con él cuando se dio a conocer a sus hermanos.

2 Entonces se puso a llorar a gritos, y lo oyeron los egipcios. Y fue oído también en la casa del faraón.

3 José dijo a sus hermanos: — Yo soy José. ¿Vive aún mi padre? Sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban aterrados delante de él.

4 Entonces José dijo a sus hermanos: — Acérquense a mí, por favor. Ellos se acercaron, y él les dijo: — Yo soy José su hermano, el que vendieron para Egipto.

5 Ahora pues, no se entristezcan ni les pese el haberme vendido acá, porque para preservación de vida me ha enviado Dios delante de ustedes.

6 Ya han transcurrido dos años de hambre en medio de la tierra, y todavía quedan cinco años en que no habrá ni siembra ni siega.

7 Pero Dios me ha enviado delante de ustedes para preservarles posteridad en la tierra, y para darles vida mediante una gran liberación.

8 Así que no me enviaron ustedes acá, sino Dios, que me ha puesto como protector del faraón, como señor de toda su casa y como gobernador de toda la tierra de Egipto.

9 »Apresúrense, vayan a mi padre y díganle: “Así dice tu hijo José: ‘Dios me ha puesto como señor de todo Egipto. Ven a mí; no te detengas.

10 Habitarás en la zona de Gosén, y estarás cerca de mí, tú, tus hijos, los hijos de tus hijos, tus rebaños, tus vacas y todo lo que tienes.

11 Allí proveeré para ti, pues todavía faltan cinco años de hambre; para que no perezcan de necesidad tú, tu casa y todo lo que tienes’ ”.

12 »He aquí que sus ojos y los ojos de mi hermano Benjamín ven que es mi boca la que les habla.

13 Informen a mi padre acerca de toda mi gloria en Egipto y de todo lo que han visto. Apresúrense y traigan a mi padre acá.

14 Entonces se echó sobre el cuello de Benjamín su hermano y lloró. También Benjamín lloró sobre su cuello.

15 Besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos. Después de esto, sus hermanos hablaron con él.

16 Se oyó la noticia en el palacio del faraón: “Los hermanos de José han venido”. Esto agradó al faraón y a sus servidores,

17 y el faraón dijo a José: — Di a tus hermanos: “Hagan lo siguiente: Carguen sus animales y vuelvan a la tierra de Canaán.

18 Tomen a su padre y a sus familias y vengan a mí. Yo les daré lo mejor de la tierra de Egipto, y comerán sus productos más preciados”.

19 Y tú dales la orden siguiente: “Hagan esto: Tomen de la tierra de Egipto carretas para sus niños y para sus mujeres. Y tomen a su padre y vengan.

20 No echen de menos sus pertenencias, porque lo mejor de toda la tierra de Egipto será de ustedes”.

21 Así lo hicieron los hijos de Israel. José les dio carretas, conforme a las órdenes del faraón, y les dio provisiones para el camino.

22 A cada uno de ellos les dio un vestido nuevo; y a Benjamín le dio trescientas piezas de plata y cinco vestidos nuevos.

23 Para su padre envió lo siguiente: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto y diez asnas cargadas de trigo, pan y otros alimentos para su padre, para el camino.

24 Cuando despidió a sus hermanos, y ellos se iban, José les dijo: — No riñan en el camino.

José dado a conocer a sus hermanos

José no pudo contenerse más, así que hizo que todos los sirvientes se fueran. Reveló su verdadera identidad a sus hermanos y lloró abiertamente. Los hermanos tenían miedo, pero José los tranquilizó. Tres veces en cuatro versículos él declaró que Dios había estado activo en su venta como esclavo. Lo había enviado por delante para preservar la vida haciéndolo señor de Egipto. También les dijo que habían pasado dos años de hambre pero que faltaban cinco más ( Génesis 45:1-10 ).

José les indicó, especialmente a Benjamín, que regresaran y aseguraran a su padre que lo habían visto con sus propios ojos. Cayó sobre el cuello de Benjamin para un reencuentro entre lágrimas. Besó a cada hermano y lloró por ellos. Naturalmente, Faraón recibió el informe de que los hermanos de José habían venido. Le dijo a José que cargara las bestias de sus hermanos y los enviara a traer a su padre a Egipto. También les dieron carretas para cargar a los niños y traerlos. Faraón les dijo que no se preocuparan por traer sus posesiones porque se les daría lo mejor de la tierra.

José le dio a cada hermano una muda de ropa. A Benjamín le dio cinco mudas de ropa y trescientas piezas de plata. Diez burros fueron cargados con cosas buenas de Egipto. Diez más fueron cargados con grano y pan para sustentar a Jacob hasta que pudiera llegar a Egipto.

José envió a sus hermanos a buscar a su padre y traerlo de vuelta. Cuando se fueron, les advirtió que no se pelearan en el camino. Podrían haber tenido la tentación de discutir sobre de quién había sido la culpa de que vendieran a su hermano. Ya había escuchado a Rubén recordarles su advertencia de no pecar contra el niño (42:22). José no quería que nada retrasara su reunión con su padre (45:11-24).

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