Y como no lo hallaron, volvieron de nuevo a Jerusalén, buscándolo.Como Jesús no fue visto por ninguno de sus parientes en el camino, sus padres entendieron que debía haberse quedado en Jerusalén; y así lo buscaron allí con gran ansiedad. Orígenes da la razón, y Teofilacto y Tito le siguen. "¿Pero lo buscaban con tanta ansiedad? ¿Se imaginaban que el Niño se había perdido o se había desviado del camino?" De lo contrario, "Porque esto no habría sido característico de la sabiduría de María (ella sabía que Jesús estaba lleno de sabiduría, sí, que Él era Dios), y nunca podrían haber pensado que el Niño estaba perdido, cuando sabían que Él era Divino, pero ellos lo buscaban no fuera que de alguna manera se hubiera apartado de ellos, no fuera que acaso los hubiera dejado;" no sea que desee quedarse no con ellos en Nazaret, sino con otros en Jerusalén,

Orígenes añade: "Lo buscaban, no fuera que acaso se hubiera ido de ellos, no fuera que los hubiera dejado y se hubiera ido a otro lugar o, como parece más probable, no fuera a ser que volviera al cielo, para descender de allí cuando le placiera. ... pero ella se lamentó porque era una madre, y la madre de un Hijo digno de su amor inconmensurable porque Él se había ido sin su conocimiento, y muy contrariamente a su expectativa ".

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