La sabiduría de Dios también se ve en Su funcionamiento ordenado de la naturaleza. "Aunque las tormentas parecen no tener orden, sus elementos fueron determinados por Su genio sabio y creativo. El peso (fuerza) del viento, la medida (cantidad) de agua, límite (literalmente, decreto, ley, regla, regulación) para la lluvia (lo que indica que la lluvia no es casual ni casual), y el camino seguido por el rayo, todo fue determinado por Dios" (p. 125).

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Antiguo Testamento