Dios es incomprensible. "Nadie puede impedir que Dios se lleve a alguien, y nadie puede obligar a Dios a responder a la pregunta: '¿Qué estás haciendo?'" (p. 47). El ojo humano no puede verlo, los sentidos no pueden percibirlo, la voluntad humana no puede obstaculizarlo y la razón humana no puede cuestionarlo.

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Antiguo Testamento