Y el séptimo ángel derramó su copa por el aire, (el Diablo es llamado el príncipe de la potestad del aire) y una gran voz del cielo dijo: "Hecho está". Sí, se hace, se vacía la última copa y se ejecuta el juicio. "Y hubo voces, y truenos, y relámpagos, y un gran terremoto, cual no lo hubo desde que los hombres existen sobre la tierra, un terremoto tan poderoso y tan grande".

Estas son casi las palabras exactas que encontramos en el capítulo once en la caída de Jerusalén, y como se señaló entonces, son descriptivas de grandes juicios.

Y esto es confirmado por el siguiente versículo cuando vemos lo que sigue.

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