Entonces habló Josué ] Este célebre pasaje (como se verá en RV) consiste en (1) una introducción en prosa, Josué 10:12 ; (2) un fragmento poético citado del libro de Jaser, Josué 10:12 ; Josué 10:13 ; y (3) un comentario en prosa sobre esa cita, 13b; 14.

Las cuatro líneas del libro de Jaser corren, literalmente, de la siguiente manera: —Sol, enmudece sobre Gabaón; ¡Y tú, luna, en el valle de Aijalon!
Y el sol se enmudeció y la luna se paró, hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos.
Tomadas por sí mismas, estas cuatro líneas pueden referirse a un eclipse o a una prolongación de la oscuridad de la tormenta de granizo (ver Josué 10:11 ). Se habla del sol como 'mudo' cuando no brilla, como en el 'Infierno' de Dante,

1. 60, la sombra sin sol es ' dove il sol tace ' (donde el sol no habla). A primera vista, el comentario en Josué 10:13 ; Josué 14parece decisivo contra esta interpretación. Pero Edersheim considera estos vv. como ellos mismos (sustancialmente) citados del libro de Jasher; en cuyo caso serían poéticos y figurativos, y otros escritores los tomarían audazmente como una glosa posterior, escrita en una época en la que se malinterpretaba el lenguaje figurativo del poema. A favor de este punto de vista está el hecho de que no hay ciertas referencias a este evento como milagroso en los otros libros del AT; y no es hasta Josué 180 a. C. (Sir 46: 4) que encontramos la primera mención clara del milagro que hace que "el sol regrese"; una interpretación que fue seguida por el autor de los 'Salmos de Salomón' ( Josué 18:14) Josué 50 a. C., y por Josefo, y ha sido el 'tradicional' hasta hace poco. Esta interpretación del incidente, que lo hace implicar literalmente una 'permanencia del sol', es decir, en lenguaje moderno, una detención del movimiento rotatorio de la tierra, no ha probado de manera anormal la fe de muchos que, al aceptar la doctrina de la omnipotencia de Dios, sienten que tal tipo de interpretación contradice lo que Dios mismo les ha enseñado acerca del funcionamiento ordenado de Su universo. Ya sea que consideremos la respuesta divina a la oración de Josué como una prolongación de la luz del día, a pesar de la tormenta de granizo (ver Edersheim), o (quizás mejor) como una prolongación de la oscuridad de la tormenta, no debemos olvidar que el registro es poesía y no prosa, y el lenguaje inspirado del pasaje antiguo y oriental, no moderno, occidental,

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