Adonías temió , etc. Huyó al altar en busca de protección y seguridad, siendo este un lugar privilegiado; no, en verdad, por el nombramiento de la ley, sino por la costumbre de todas las naciones. Y se agarró de los cuernos del altar Con la resolución, al parecer, de no moverse de allí hasta que Salomón hubiera hecho su juramento, o palabra solemne, de no quitarle la vida. Y al hacer esto, Adonías parece haber impedido la ofrenda de sacrificios en el altar hasta el momento en que Salomón concedió su perdón. Que el rey Salomón jure que no matará a su siervo. Él es dueño de Salomón como su rey, y de él mismo como su siervo y súbdito; y siendo consciente de su culpabilidad y de los celos que los reyes tienen de sus competidores, no podría quedar satisfecho sin el juramento de Salomón.

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