Vinieron y lo contaron en la ciudad.Como algo maravilloso, que el león no cayera sobre su presa, ni lastimara a los que pasaban, sino que les permitiera continuar en silencio, que desobedeció la palabra del Señor, que era la verdadera razón por la cual fue castigado tan severamente, a fin de que otros profetas no pudieran, bajo ningún pretexto o excusa, descuidar puntualmente de atender y observar todos los mandatos divinos; porque, si no se hubieran disuadido de descuidarlos y desatenderlos, la autoridad de la profecía pronto habría disminuido y, en consecuencia, la gente habría caído más pronto o más fácilmente en la idolatría. Que lo desgarró y lo mató, conforme a la palabra del SeñorDios no había dicho expresamente que un león debería desgarrarlo; pero, que sufriera una muerte violenta de alguna manera, estaba implícito en la amenaza de que su cadáver no entrara en el sepulcro de sus padres.

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