Asa tomó toda la plata y el oro que sobraron que había dejado Sisac, o Abiam o Asa u otros, tanto de Israel como de Judá, habían dedicado; lo cual probablemente no era despreciable, porque Asa había obtenido un gran botín de Zara, ( 2 Crónicas 14 ) y él, y su numerosa y próspera gente, expresó en este momento un gran celo por la casa y el culto de Dios. Los envió donde cometió tres grandes faltas, entre muchas otras; Primero, enajenó las cosas consagradas a Dios, sin necesidad. 2d, lo hizo por desconfianza de ese Dios cuyo poder y bondad había experimentado últimamente. 3d, Hizo esto por mala intención, para contratarlo a la ruptura de su liga y pacto con Baasa, ( 1 Reyes 15:19,) y quitar parte de esa tierra que por derecho, y el don especial de Dios, pertenecía a los israelitas.

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