Dame a tu hijo en mis brazos. Lo sacó de su seno, por lo que parece que no era más que un niño. Y lo llevó a un desván, un lugar privado, donde pudiera derramar más libre y plenamente su alma a Dios, y usar los gestos y métodos que su corazón lo inclinara a usar, sin ninguna ofensa u observación. Y lo acostó en su propia cama para que fuera la habitación donde se alojaba, aunque cerca de la parte superior de la casa. Y clamó al Señor. Y, en su oración, razona humildemente con Dios acerca de la muerte del niño, usando argumentos muy poderosos. Tú eres el Señor , que puedes revivir al niño; y mi Dios , y por tanto no me negarás. Ella esViuda , no añadas aflicción al afligido; No la privéis del apoyo y del bastón de su edad; ella me ha entretenido bondadosamente; que no le vaya peor por su bondad con un profeta, por el cual los impíos tendrán ocasión de reprocharle a ella ya la religión.

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