Cubrió de oro los querubines. Debe observarse que había cuatro querubines en el lugar santísimo del templo de Salomón; dos menores hechos por Moisés de oro macizo, y dos mayores hechos por Salomón, revestidos de oro. Los hechos por Moisés eran parte del propiciatorio e inseparables de él; estos de Salomón parecen haber extendido sus alas sobre él y ellos, siendo agregados solo para el mayor adorno de la casa de Dios. Esculpió todas las paredes con figuras de querubines como signos de la presencia y protección de los ángeles concedidos por Dios a ese lugar. Y palmeras, emblemas de esa paz y victoria sobre sus enemigos, que los israelitas que servían debidamente a Dios en ese lugar podían esperar. Dentro y por fueraDentro del oráculo y fuera de él en el lugar santo. Cubrió de oro el piso de la casa, es decir, de toda la casa, tanto dentro del oráculo como fuera de él, tanto del lugar santísimo como del lugar santo; que lo hacía maravillosamente espléndido y magnífico.

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