Que habló con su boca a David , etc. Reconoce la gracia y la bondad de Dios al hacer la promesa, y su verdad y fidelidad al cumplirla. No elegí ninguna ciudad hasta la época de David; porque entonces eligió Jerusalén. Para que mi nombre esté en él, no solo en el que debe ser llamado por mi nombre, es decir, la casa de Jehová, sino para que esté allí mi presencia, mi gracia, mi adoración y mi gloria. Pero escogí a David y en él, y con él, a la tribu de Judá, a la que pertenecía, ya Jerusalén, donde habitaba.

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