Y el tabernáculo de reunión que hizo Moisés, que sin duda antes de este tiempo había sido trasladado de Gabaón a Sion. Y todos los vasos sagrados A saber, el altar del incienso, la mesa de los panes de la proposición, el candelero y todo lo que pertenezca a ellos; todos estos eran ahora llevados al templo y depositados allí, para evitar todo uso idólatra y supersticioso de ellos, y para obligar al pueblo a subir a Jerusalén, como el único lugar donde ahora se ofrecerían sacrificios, y los diversos ceremonias de culto público realizadas.

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