A Guibeá de Saúl Se llama así, porque era el lugar donde nació y se crió Saúl, y donde había vivido hasta entonces. He aquí, Saúl vino tras el rebaño porque, siendo sólo ungido rey, y sin haber sido investido públicamente, ni habiendo tenido todavía la oportunidad de hacer nada digno de su lugar, pensó que era conveniente renunciar a todo estado real y retirarse a su antigua vida privada, la cual, por más despreciada que sea en estas últimas edades, fue antiguamente en gran estima. Saúl dijo: ¿Qué le pasa al pueblo que llora? Déjeme saber que, si se trata de una queja que pueda repararse, puedo esforzarme por ayudarlos. "Los buenos magistrados", dice Henry, "sienten dolor si sus súbditos lloran".

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