Para los lugares altos, y para los demonios O, para los lugares altos, ambos para los demonios , (los Baales, o dioses falsos, que adoraban los buzos de su pueblo, a quienes animaba a hacerlo, dándoles libertad para hacer cualquier cosa menos sirvan a Dios en Jerusalén) y para los becerros. Así que erigió dos tipos de lugares altos, algunos para Baal y otros para el Dios verdadero, a quien pretendía adorar en y por los becerros.

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