El temor del Señor cayó sobre todos los reinos , etc. Concluyendo justamente, por su singular piedad, que Dios se le aparecería eminentemente; porque ni siquiera los paganos podían dejar de observar que los reyes de Judá eran prósperos o desdichados, según servían a Dios o lo abandonaban. Para que no hicieran guerra contra Josafat la buena providencia de Dios así lo ordenó, que mientras los príncipes y sacerdotes instruían y se esforzaban por reformar el país, ninguno de sus vecinos le molestaba para apartarlo de esa buena obra.

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