Agregaré a tus días quince años más allá de lo que esperas ahora, y más allá del tiempo que vivirías si te dejara a la fuerza de tu enfermedad. No tenemos un ejemplo de ningún otro a quien se le haya dicho de antemano cuánto tiempo debería vivir. Dios nos ha mantenido sabiamente en las incertidumbres, para que estemos siempre listos.

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