Manasés los sedujo para que hicieran más maldad que las naciones, etc. En parte, porque no se contentaron con los ídolos que adoraban los cananeos, sino que inventaron o tomaron prestados de otras naciones muchos ídolos nuevos; y en parte, porque como su luz era mucho más clara, sus obligaciones para con Dios eran infinitamente más altas y su ayuda contra la idolatría era mucho más fuerte que la que tenían los cananeos; de modo que sus pecados, aunque de la misma naturaleza, eran indeciblemente peores con respecto a estos espantosos agravios. El Señor habló por medio de sus siervos los profetas Abarbinel dice que Oseas, Joel, Nahum y Habacuc, todos profetizaron en sus días; y algunos piensan también en Abdías e Isaías.

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