Absalón envió espías por todas las tribus. Antes de salir de Jerusalén, se preocupó de enviar a sus emisarios a todas partes; sin duda bajo el pretexto de invitar a personas distinguidas al sacrificio; pero en realidad para llevar la consigna y la señal, antes acordada entre ellos. Tan pronto como oigas el sonido de la trompeta, &C. Ésta era la señal que se iba a dar para que el pueblo tomara las armas y oyera el sonido de la trompeta, que Absalón se encargó de tocar en todas las tribus al mismo tiempo, por personas colocadas a propósito en las ciudades y aldeas, a tal distancia unos de otros que cada trompeta pudiera ser escuchada por la persona designada para tocar la siguiente. Los espías o emisarios, inmediatamente después de escuchar el sonido, debían proclamar que Absalón fue coronado rey en Hebrón. Una vez hecho esto, es probable que todos sus partidarios gritaran: Dios salve al rey Absalón.

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