De acuerdo con toda esta visión habló Natán a David y así manifestó su integridad, sin avergonzarse de retractarse de sus propias palabras cuando fue mejor enseñado por Dios. Y, como observa Dionisio en la epístola a Novato, la corrección de su falta fue más notable que la propia falta.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad