Así también con el que no estáCon tu posteridad. Porque así se hizo el pacto al principio con Abraham y su descendencia, mediante el cual, así como Dios se comprometió a continuar la bendición de Abraham sobre su posteridad, también los asignó a los mismos deberes que se requerían de Abraham. Así ocurre también entre los hombres: cuando un rey confiere una herencia a un súbdito y a sus herederos para siempre, bajo ciertas condiciones, todos sus herederos que disfrutan de ese beneficio están obligados a las mismas condiciones. También puede incluir a aquellos que se vieron obligados a ausentarse por enfermedad o cualquier ocasión necesaria. Es más, uno de los caldeos lo lee: "Todas las generaciones que han existido desde los primeros días del mundo, y todo lo que se levantará hasta el fin del mundo entero, permanezcan aquí con nosotros en este día". Y así, tomando este pacto como una dispensación típica del pacto de gracia,

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