Mardoqueo le había encomendado que no lo mostrara, no sea que el conocimiento de esto la haga despreciable o le traiga algún inconveniente a toda la nación; pero también hubo una mano de Dios al hacer que esto se ocultara, para el mejor cumplimiento de ese que diseñó, aunque Mardoqueo lo ignoraba. Si Mardoqueo buscaba o deseaba que su sobrina se convirtiera en la concubina o la esposa del rey, ciertamente actuó en contra de la ley judía, que prohíbe cualquier matrimonio o comunicación de ese tipo con idólatras; pero las circunstancias de las cosas, y tal vez las esperanzas que abrigaba de poder hacer un gran servicio a su nación de ese modo, pueden justificar su excusa.

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