Y habitaréis en la tierra. Las bendiciones espirituales, prometidas en los últimos tres versículos, ahora van seguidas de bendiciones temporales. Así la tierra sigue a menudo al cielo, y la piedad tiene la promesa de la vida que es ahora, así como de la que ha de venir. Cuando los israelitas estén así preparados para la misericordia, volverán a sus posesiones y volverán a establecerse en ellas. Y allí Dios los reconocerá como su pueblo, y los protegerá y bendecirá como tales, otorgándoles generosamente todas las cosas buenas. Yo también te salvaré. Seguirá salvándote; de todas tus inmundicias quitaré su culpa, te libraré de su poder y de su contaminación, y te protegeré de los castigos que se les imponen.

La salvación de toda inmundicia incluye la justificación, la entera santificación y la idoneidad para la gloria. Y pediré el maíz , etc. Todos los artículos necesarios se componen aquí en uno. Y no os hagáis hambre. Este era uno de los juicios bajo los cuales habían trabajado; y había sido tanto un reproche para ellos como cualquier otro, que murieran de hambre en una tierra tan famosa por la fecundidad. Pero aquí se promete que ahora esta calamidad no los afligirá más, ni deberían soportar más el reproche de ella, sino que deberían tener el crédito de poseer abundancia; el fruto del árbol y la multiplicación del campo se les multiplicará.

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