Luego fue hacia adentro. Desde el santuario exterior avanzó hacia el lugar santísimo, y midió el grosor del tabique en dos codos, la entrada en sí seis codos, y el ancho del muro, a cada lado de la puerta, siete. codos: ver Ezequiel 40:48 ; donde la anchura de la puerta se toma en el mismo sentido. El ancho del muro, así calculado, que es de catorce codos y se suma al ancho de la entrada misma, es de veinte codos; la amplitud del santuario interior, como se establece en el siguiente versículo.

Midió, pues, su longitud, del lugar santísimo veinte codos, y su anchura veinte codos. Era un cubo exacto, de las mismas dimensiones en longitud, anchura y altura: véase 1 Reyes 6:20 ; delante del templo O más bien, como deben traducirse las palabras, según el templo; es decir, su amplitud.

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