El relato de la posteridad de Canaán y de la tierra que poseían es más particular que el de cualquier otro de este capítulo; porque estas eran las naciones que serían sometidas ante Israel, y su tierra se convertiría en la tierra de Emanuel. Y según este relato, parece que la posteridad de Canaán era numerosa y rica, y estaba muy agradablemente sentada; y sin embargo, Canaán estaba bajo maldición. Canaán tiene aquí una tierra mejor que Sem o Jafet; y sin embargo, tienen mejor suerte, porque heredan la bendición.

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