Quien nos enseña más que las bestias Esto se menciona como una agravación adicional del descuido de los hombres hacia Dios en su miseria. Dios ha dado a los hombres los dones que ha negado a las bestias, razón y entendimiento, por medio de los cuales pueden llegar a familiarizarse con Dios y con ellos mismos, y con sus obligaciones para con él, y su dependencia de él. Y por lo tanto, son imperdonables por no usar esa razón y entendimiento, al invocar a Dios y buscar su ayuda en el tiempo de angustia. Si así no se fijan en Dios, no es de extrañar que Dios no se fije en ellos.

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