Luego los bendijo. No solo oró por ellos como amigos, sino que los bendijo como padre, en el nombre del Señor, recomendándolos a ellos, a sus familias y asuntos a la gracia de Dios. Parece probable, por la manera en que esto se dice, que esta bendición suya fue dada peculiar y separadamente a la media tribu de Manasés. Estaba un poco más relacionado con ellos que con los otros dos, ya que era un efraimita, y tal vez podrían ser más reacios a partir que los demás, ya que estaban dejando atrás a la mitad de su propia tribu y, por lo tanto, podrían tener más necesitan más que los demás el consuelo y el aliento de su bendición.

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