Después de los detalles anteriores relacionados con las fiestas y asambleas anuales, y todas las cosas preparadas para el servicio del tabernáculo, procede a recordar a los israelitas que deben ejecutar las órdenes antes dadas, sobre proporcionar a cargo público todos los materiales para el servicio diario; y en particular una cantidad suficiente de aceite para las lámparas del candelero de oro, que debían arder continuamente en el lugar santo sin el velo, estando los sacerdotes en espera obligados a mantener este candelero limpio y puro, y a adornar y abastecer las lámparas. mañana y tarde.

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