Un rey que se sienta en el trono del juicio Que hace que su gran cuidado y negocio sea ejecutar justicia y juicio entre su pueblo, especialmente si lo hace en su propia persona, como era habitual que los reyes hicieran en la antigüedad, y vean cosas con sus propios ojos; dispersa todo mal Reprime o elimina eficazmente toda maldad; con sus ojos Con su misma apariencia, o con su diligente inspección.

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