La forma literaria de Lamentaciones está necesariamente oscurecida en la traducción. Es un canto fúnebre acróstico, la línea dispuesta en pareados o triplete, cada uno de los cuales comienza con una letra del alfabeto hebreo. En el tercer Lamento, que consta de sesenta y seis estrofas en lugar de veintidós, cada línea de cada triplete comienza con la misma letra, de modo que se requieren los sesenta y seis versos completos para dar las veintidós letras del alfabeto. Así, los versículos 1-3 (Lamentaciones 3:1) de nuestra versión forman solo tres líneas del original, cada línea comienza con A, etc.

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