Llegó allí, a una cueva, etc. - Habiendo llegado Elías al mismo lugar donde Dios había entregado la ley a su siervo Moisés, Dios se inclinó a comunicar el mismo favor a su profeta; es decir, para revelarle su gloria y darle alguna señal de su presencia real. Varias son las especulaciones que esta aparición de la Deidad ha sugerido a los intérpretes.

La mayoría lo ha considerado como una figura de la dispensación evangélica, que no llegó de manera tan terrible como lo hizo la ley, con truenos, relámpagos y terremotos, sino con gran lenidad y dulzura; donde nos habla por medio de su Hijo, que no hace uso de otras artes suaves y persuasiones suaves.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad