Y habló tres mil proverbios, etc. — Josefo, a quien le encantaba magnificar todo lo que concernía a Salomón, en lugar de tres mil proverbios, nos dice que compuso tres mil libros de proverbios. Ciertamente, mayor es nuestra pérdida, si la cosa fuera creíble; porque todos los proverbios de Salomón que tenemos están agrupados en el libro que lleva ese nombre, y en su Eclesiastés. De sus numerosos poemas no nos queda ninguno excepto su cántico, a menos que se suponga que el Salmo 127 (que en su título hebreo se le atribuye) es uno de ellos. Se le han atribuido algunas piezas falsas. Ver Le Clerc y Calmet.

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