Su corazón murió dentro de él. La bajeza del corazón de Nabal le hizo creer que David era incapaz de perdonarlo; y por lo tanto, cuando Abigail le representó el caso, lo cual, sin duda, lo hizo con colores vivos, su terror se volvió irremediable. Este extremo del terror lo expresamos comúnmente con el término atónito; que es descrito con delicadeza y sentimiento por Ovidio. Trist. lib. yo, eleg. 3.

Así quedé atónito, como alguien que ha sido golpeado por un trueno, que vive, pero vive inconsciente de su vida.

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