Había un centinela en la torre. Tanto en tiempos de paz como de guerra, era habitual colocar centinelas en lugares altos y eminentes dondequiera que estuviera el rey, para evitar que lo sorprendieran. Así David en Jerusalén fue informado por los atalayas, que sus hijos habían escapado de la matanza de Absalón, cuando él pensaba que todos estaban perdidos, 2 Samuel 13:34 ; y, por tanto, Joram, que tenía una armadura delante de Ramot de galaad, tenía buenas razones para vigilar cada movimiento, especialmente desde ese lugar. Ver Calmet.

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