Entonces salió Jehú, de la cámara interior, a los sirvientes de su señor, sus compañeros consejeros y compañeros de armas; y uno le dijo: ¿Va todo bien? Todos estaban ansiosos por saber si había recibido un mensaje favorable. ¿Por qué vino a ti este loco? El joven profeta había sido salvaje e inusual en su comportamiento, un hecho que, naturalmente, no escapó a su observación.

Y les dijo: Conocéis al hombre y su comunicación. Quería sondearles si ya habían recibido notificación de la información que había recibido y su prometida elevación a la posición de rey.

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