Y cuando se rascó la cabeza, etc.— Houbigant comenta que es un error suponer que Absalón se rascaba la cabeza todos los años: el hebreo, ימים מקצ mikkets yamim, que traducimos al final de cada año, significa sólo al regreso de una cierta temporada, y él hace el pasaje, porque había ciertas estaciones en las que lo despedazó, para poder librarse del peso; y cuando lo cortó, pesaba doscientos siclos. Este aparentemente prodigioso peso de cabello, según Bochart, si se calcula con el siclo judío, equivalía a tres libras y dos onzas de nuestro peso.

Pero el obispo Patrick comenta que cuando se revisaron los libros de Samuel después del cautiverio en Babilonia, se mencionaron los pesos que conocían; y por eso, cuando el historiador habla de este peso de los cabellos de Absalón, añade, a modo de explicación, que fue después del peso del rey; es decirsegún el peso del rey de Babilonia, cuyo siclo era sólo un tercio del de los judíos; y por tanto esta gran cantidad de cabello, que tanto ha dado a los enemigos de la revelación para ridiculizar el texto sagrado, se reduce para no parecer en absoluto enorme. Además, debemos recordar que el cabello, que en aquellos días se consideraba un gran adorno, estaba perfumado con grandes cantidades de aceites fragantes, que lo harían más pesado de lo que hubiera sido de otra manera; y además debemos señalar que es muy evidente por la manera peculiar en que se menciona en el texto sagrado, que debe haber habido algo extremadamente singular, incluso en ese momento, en esta gran cantidad de cabello de Absalón. Aquellos, sin embargo, que desean profundizar en el tema, que ha sido examinado muy a fondo, puede encontrar plena satisfacción en el comentario de Michaelis. Conseguir. Tomás. 2: o en Stackhouse en el lugar.

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