Ver. 1. Tenemos parte en David, y c.- La propensión de los hijos de Israel a la rebelión es aquí muy obvio para remarcar. Solo se necesita un fósforo para encender el fuego de la discordia. Las diez tribus que disputaron con la de Judá, su contienda fue tan alta, que un hombre malvado, Sheba, un benjamita, muy probablemente un pariente de Saúl, consideró suficiente para ocasionar una revuelta. En lugar del hijo de Bicri, podría traducirse como uno de los príncipes o de los jefes de la tribu de Benjamín; y se ha pensado que Seba, después de Amasa, era uno de los principales comandantes del ejército de Absalón.

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