Yo, Daniel, estuve de duelo durante tres semanas completas. Se asignan varias causas para este duelo del profeta. Usher piensa que fue debido a la interrupción dada por los samaritanos a la reconstrucción del templo. Pero estoy persuadido, dice Calmet, de que surgió principalmente de la oscuridad que el profeta encontró en las profecías que le revelaron; que de hecho puede deducirse del hecho de que el ángel no toca ninguna otra causa de duelo. Como consecuencia del ayuno de Daniel, etc. aparece y le explica, de una manera más clara, lo que se había revelado más oscuramente en las visiones precedentes.

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