Daniel es nombrado jefe de los presidentes: ellos, conspirando contra él, obtienen un decreto idólatra. Daniel, acusado de violarlo, es arrojado al foso de los leones. Él es salvo, sus adversarios devorados y Dios magnificado por un decreto.

Antes de Cristo 538.

ESTE capítulo contiene la historia del ascenso de Daniel bajo Darío, de la envidia que despertó en los principales oficiales del estado y su conspiración contra él por ese motivo. Por medio de ellos es arrojado a un foso de leones, pero milagrosamente preservado de heridas; y el castigo se repite sobre sus acusadores, que son despedazados, y el rey es llevado al reconocimiento y alabanza del Dios verdadero.

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