Ver. 1. Hageo y Zacarías -En cuanto a estos profetas, véanse los libros que llevan sus nombres. Se cree que ambos nacieron en Babilonia durante el cautiverio, y ambos con celo unido animaron al pueblo a continuar con la obra del templo. Tras la ascensión de Darío al trono, Hageo en particular, reprochando al pueblo su indolencia e insensibilidad; diciéndoles que fueron lo suficientemente cuidadosos para alojarse cómodamente, mientras la casa del Señor yacía enterrada en sus ruinas; y al recordarles que las calamidades de la sequía y el hambre, con las que Dios los había afligido desde su regreso, se debían a su negligencia en la construcción del templo, prevaleció con ellos para emprender la obra con diligencia; de modo que, en virtud de estas reprensiones, así como de algunos estímulos que Dios ocasionalmente le autorizaba a dar,

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